Cantante
Fecha de nacimiento: 23 de mayo de 1919
Lugar: Ponce, Puerto Rico
Falleció el 9 de enero de 2012 en San Juan, Puerto Rico
Conocida como «El alma de Puerto Rico hecha canción», Ruth Fernández nació en el barrio Bélgica de Ponce el 23 de mayo de 1919, hija menor del matrimonio de Santiago Fernández y Rosa María Cortada. Al cumplir seis años murió su madre y ella y sus cuatro hermanas quedaron al cuidado de su abuela Adela, medium-unidad espiritista ante quien desfilaba la aristocracia ponceña. En Ponce hizo sus estudios elementales, secundarios y superiores. De niña estudió piano y participaba en actividades escolares y comunitarias, donde ya daba muestras de su vocación artística y su talento en desarrollo. En escuela superior organizó su propio grupo musical y amenizaba programas escolares.
A los 14 años empezó a cantar como profesional en la estación de Radio WPRP y WPAB de Ponce, sin haber pasado por la etapa de aficionada, ganando 50 centavos diarios. Sus interpretaciones fueron escuchadas por Mingo y sus Whoopee Kids, la orquesta más popular del momento, y a los 16 años fue contratada como cantante principal de la famosa agrupación puertorriqueña. Durante ocho años recorrió Puerto Rico cantando en los principales casinos, centros nocturnos, fiestas patronales y bailes.
Su primera grabación fue para el sello Columbia. A raíz de la gran popularidad de este disco en 1941 obtuvo su primer contrato para cantar en el Teatro Latino de Nueva York. Fue allí donde el cantante y maestro de ceremonias, Héctor del Villar, se refirió a ella con el mote que la habría de conocer en adelante: «El Alma de Puerto Rico Hecha Canción».
A su regreso a Puerto Rico se reintegra a la orquesta de Mingo y sus Whoopee Kids, a la vez que estudia en la Universidad de Puerto Rico, donde anhelaba especializarse en leyes o trabajo social. Alternando con sus estudios universitarios y diversas presentaciones en Puerto Rico, cumple compromisos artísticos en Sur América y giras por el Caribe. Poco después es aclamada en suelo borinqueño como solista y se independiza de la orquesta.
Durante la Segunda Guerra Mundial y el conflicto de Corea, Ruth participó en varias giras artísticas para entretener a los soldados en bases de Puerto Rico y el Caribe, incluyendo a St. Thomas, Jamaica, Curazao, Trinidad, Santa Lucía, Antigua, Panamá y Cuba.
Ruth Fernández fue pionera en variados campos del arte: primera cantante femenina en una orquesta puertorriqueña, viajando por toda la Isla en una guagua con 14 músicos y el director; fue la primera intérprete de música popular en ser contratada por el Metropolitan Opera House; la primera cantante latina del género sentimental romántico en presentarse en los países escandinavos; la primera en grabar con una orquesta norteamericana; así como la primera cantante en ser electa al Senado de su país. Ha sido, además, pionera en la lucha contra el discrimen racial. Lo había vivido en carne propia, particularmente en sus comienzos, cuando tenía nueve años y junto a otras cuatro jovencitas formaba parte de un grupo folclórico. Recuerda que las invitaron a participar en un espectáculo y la maestra le dijo que no podía ir porque era fuera de la escuela y su abuela no la dejaría ir. Más tarde se enteró que la verdadera razón era por el color de su piel.
En otra ocasión, cuando cantaba con Mingo y sus Whoopee Kids, fueron contratados para actuar en el Hotel Condado Vanderbilt. El director de la orquesta le explicó que, de acuerdo con las normas, debía entrar por la cocina, como hacían todos los músicos negros, pero ella se negó a seguir la instrucción y decidió entrar por la puerta principal ante los rostros perplejos de varios guardias de seguridad que la vieron desplazarse por el escenario con la mayor dignidad.
Cantó para la estación de radio de la CBS, en un programa transmitido de costa a costa de los Estados Unidos. Dio un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, con espectaculares reseñas en los diarios neoyorquinos, y ha representado a la Isla en casi todos los países de América Latina y en muchos de Europa, incluyendo Italia, España y Francia. En Noruega fue contratada por tres semanas y se quedó cuatro meses. A Cuba iba todos los años a hacer una temporada en el Tropicana, el Teatro América y la estación de radio CMQ. En Cuba grabó la opereta «Cecilia Valdés», interpretando a la esclava Dolores Santa Cruz con unos hermosos sones afro.
Ruth Fernández se casó con el famoso pelotero ponceño Juan Guilbe y tras divorciarse de éste, se volvió a casar con Tito Henríquez, autor de «Bello amanecer», matrimonio que duró 14 años. Fue amiga de virtuosos músicos, entre ellos, Don Pablo Casals, quien le escribió la canción «Ven a mí», y de Jesús María Sanromá. También tuvo su propio espacio por televisión dentro del «Show de las 12» titulado el «Show de Ruth Fernández».
Esta artista ponceña recibió los más altos honores, medallas y reconocimientos de distintos gobiernos: En Panamá se le otorgó la Medalla Vasco Núñez de Balboa; en Venezuela, la Orden Francisco Miranda; en Estados Unidos, declaración del Día de Ruth Fernández en Washington, D.C.; Los Angeles, Nueva York y Puerto Rico, Medalla del Quinto Centenario, Doctorado Honoris Causa de la Universidad Mundial, y más de cinco Cemíes y Agüeybanás. De todas las distinciones, la que más la llena es una partitura de puño y letra que Don Pablo Casals le dedicó en 1963, «Ven a mí», canción que le dedicó.
Entre sus múltiple logros en Puerto Rico figuran la inauguración de la emisora de radio WCMN en Arecibo; la inauguración del Show Libby’s, primer show musical de la televisión puertorriqueña; homenaje que las Comisiones Nacionales para la Celebración del Quinto Centenario le rinden junto a Libertad Lamarque y Pedro Vargas por ser los tres artistas que más han contribuido a hacer una América Latina unida.
En 1985 fue objeto de un merecido homenaje, en ocasión de celebrar sus 50 años en el arte. Importantes artistas de otras tierras participaron, entre ellos Mario Moreno «Cantinflas», Libertad Lamarque, Pedro Vargas, Olga Guillot, Kasandra Damirón, Alberto Cortés y Nelson Ned; plasmada luego en un especial de televisión bajo el título «Ruth Fernández: vengo de regreso».
Posteriormente le dedicaron el Primer Encuentro de Bolero y Filin y el XVI Festival de Bomba y Plena. En 1990 fue seleccionada por la revista «Imagen» como una de las diez mujeres puertorriqueñas con mayor imagen de Puerto Rico.
Con la llegada del año 2000, Ruth recibió un emotivo homenaje en la Sala Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes. En el actuaron figuras como Rocío Jurado, Sophy y Choco Orta, entre otras personalidades. En el homenaje, Ruth Fernández fue proclamada «La Cantante del Siglo» en el pentagrama nacional.
El lunes, 9 de enero de 2012, a las 5:54 de la tarde de hoy, el Alma de Puerto Rico Hecha Canción falleció en el Hospital San Gerardo de Cupey, San Juan, a causa de un “shock” séptico y neumonía.